En esta página puede obtener un análisis detallado de una palabra o frase, producido utilizando la mejor tecnología de inteligencia artificial hasta la fecha:
El vehículo compartido[1] —también conocido por los términos en inglés carpool o carpooling—[1] es la práctica que consiste en compartir un automóvil con otras personas tanto para viajes periódicos como para trayectos puntuales. Con esta práctica se pretende reducir la congestión de tránsito en las grandes ciudades así como facilitar los desplazamientos a personas que no dispongan de coche propio. Además, supone una notable disminución de emisiones de CO2, al reducir el número de coches en las carreteras. A su vez, favorece las relaciones sociales entre personas que realizan los mismos recorridos.
Este sistema es algo nuevo para América, y en especial para México. Sin embargo, desde hace ya algunos años se viene utilizando en Europa logrando cautivar la atención de otros países que tienen la necesidad de disminuir sus niveles de contaminación y de mejorar la economía de sus habitantes.[2]
La práctica del viaje compartido o compartir coche es un sistema cooperativo que involucra distintos grados de regularidad y formalidad, y es una de las medidas de administración de la demanda del transporte más incentivadas en Estados Unidos, Canadá y varios países de la Unión Europea, para mitigar los problemas crónicos de congestión de tránsito así como para conseguir una reducción de los niveles de contaminación.
Lo más común en el carpooling es que las empresas incentiven a sus trabajadores en el uso compartido del coche. La idea es reducir el gasto en combustible y que puedan compartir su coste, pero también que los desplazamientos al trabajo no se realicen en solitario, yendo un poco más ligado a la compañía. De este modo, se reduce la congestión y frustración del tráfico durante el viaje.[3]
Aunque se hable de vehículo compartido en ambos casos, conviene distinguir entre CarPooling (varias personas que han de ir en la misma dirección, viajan juntas en el vehículo particular de una de ellas, normalmente para repartirse los gastos del viaje) y CarSharing (que en su acepción más extendida se refiere al alquiler de un vehículo de cierta flota, normalmente por intervalos de tiempo cortos y para efectuar recorridos urbanos, donde una aplicación en el móvil del usuario le permite efectuar el pago, así como tomar y dejar el vehículo aparcado en cualquier parte de la ciudad, para que quede a disposición de un nuevo usuario). El CarPooling es especialmente ventajoso para compartir los viajes al trabajo, que normalmente se producen en las horas punta del tráfico, porque permite llevar la misma gente en menos coches y reducir los atascos de tráfico y los problemas de aparcamiento en los centros de trabajo. Sin embargo es impensable realizar estos viajes mediante mediante CarSharing, porque estas flotas no están dimensionadas para tales picos de demanda y porque los trabajadores normalmente no se pueden permitir alquilar coche dos veces al día, sino que buscan reducir sus gastos compartiendo sus recorridos habituales. El CarSharing es más apropiado para que realicen viajes esporádicos fuera de las horas punta las personas a las que no les merece la pena tener coche propio, y (aunque a diferencia del CarPooling no aumenta el grado de ocupación del vehículo, o relación entre el número de personas transportadas por viaje realizado), puede contribuir a reducir los problemas de aparcamiento en el centro de las grandes ciudades.